Estamos de nuevo en fechas de cierre, de cambio, de transición, acabando un año y a punto de empezar otro con todo lo que conlleva. Entramos de nuevo en deseos e ilusiones (como ir al gimnasio, adelgazar, respetar el horario de trabajo…)aunque muchas veces no prosperan más de varios días.
Curiosamente ponemos empeño y empezamos a hacer, hacer… hasta que nos cansamos y abandonamos. Y te habrás preguntado por qué sucede, si nos lo hemos fijado como un objetivo y pasamos a la acción. ¿No es eso lo que se recomienda?. Y aquí está la cuestión y el bloqueo: HACER sin enfoque, sin estrategia.
Generalmente las personas ACTUAMOS para después poder TENER (cosas) y por tanto SER (disciplinado, reconocido…). Cuando de hecho, esta fórmula está invertida. Únicamente la siguiente fórmula te llevará a mantener la motivación: Realmente todo cambia cuando pasas a la acción desde la inspiración del ser. Cuando conectas con quien eres, cuáles son tus valores, qué te motiva, qué te hace ilusión, qué quieres, qué esperas que ocurra… entonces el hacer aparece de forma natural y curiosamente, cuando actúas desde ahí suele darse también el tener que no dejan de ser aspectos más materiales o realmente darte cuenta de que estás viviendo la Visión que un día tuviste.
El otro día hablaba con un cliente que está diseñando un proyecto emprendedor y le aparece de forma recurrente la siguiente duda: ¿Será este el camino acertado? ¿Qué otras opciones hay? No tengo otra idea de negocio ¿Seguro que me va a ir bien? La cuestión es que estas dudas le desenfocan, no le permiten avanzar ya que se replantea cualquier paso que da.
Lo interesante del tema es que cuando empezó a profundizar sobre por qué ha escogido esta alternativa y no otra, se dio cuenta de que le gusta el sector y producto, en el proyecto están latentes algunos valores suyos y requisitos que se ha puesto a nivel profesional; entonces durante su razonamiento dijo, es que realmente me gusta esta opción, no sabría qué otra cosa hacer! Aha! Este fue un tema revelador y que hasta el momento no estaba considerando, haber conectado con su motivación intrínseca, con lo que le gusta y le hace ilusión para desde ahí empezar a moverse hacia otro nivel. Diseñar el plan de negocio y dar pasos estratégicos.
A veces a las personas nos cuesta “autorizarnos” o “permitirnos” ir en una dirección (la que sea) pero una. Muchas veces nos debatimos entre alternativas, opciones, cuestiones y precisamente esto nos hace entrar en un estado de confusión a veces, de difícil salida.
Por eso, mi intención de hoy es ayudarte a buscar una palabra (Solo una!) para que puedas utilizar como un mantra, la cual te inspire y te ayude a moverte en la dirección que hayas escogido de forma fácil durante el año. ¿Qué te parece?
Así que vamos a seguir 5 fases:
1.- Inspiración: Empieza a escribir palabras que te inspiren, que te estimulen y puedan ayudarte a dar un paso más en tu desarrollo personal o profesional. (Por ej. Visibilidad, claridad, acción, gratitud, valentía,actualización, humildad…). Esto es muy personal y cada uno le da su propio significado.
2.- Otórgale significado a la palabra ¿Por qué crees que cada palabra de la que has escogido es la adecuada? Permítete profundizar en este punto. Te va a aportar valiosa información y aprendizaje. Si has escogido varias, respon a la pregunta con cada una de ellas.
3.-Prioriza. Siente cada una de las palabras, imagina dónde te lleva cada una de ellas y escoge entre ellas la que más te interese en el momento en que te encuentras.
4.- Comprométete. Estoy segura que durante el año vas a recibir nuevas connotaciones y te va a aportar nueva conciencia. Utilízala como una brújula, tu brújula interior.
5.- Lánzate. Atrévete a actuar. Deja de preocuparte por el cómo y actúa. Como he dicho antes, cuando actúas desde quien tú eres, y sigues tu inspiración e incluso tu intuición es cuando consigues la claridad, déjate llevar y fluye.
¿Qué te ha parecido? ¿Tienes ya tu palabra? ¿Asumes el compromiso de enfundarte en ella durante todo el año?
Mi mantra durante este año ha sido (y sigue siendo) “A por todas” y te aseguro que me ha ayudado mucho, especialmente en momentos de debilidad. A veces sólo con recordarme estas palabras ya he notado como me ha cambiado la actitud, sintiendo mayor enfoque y energía. Una vez identificas cómo vibras con esta palabra, resulta fácil dejarte empoderar por ella.
Así que ¿cuál va a ser tu mantra para este año?